El Hip-Hop llegó a Tanzania durante los años 80, pero entonces no había televisión y había una sola radio que emitía Taarab y otras formas musicales tradicionales. El Hip-Hop no tenía una base sólida y la escasez de estudios de grabación planteó muchos problemas para los nuevos talentos. Así, al principio, el Hip-Hop era consumido por los jóvenes de las clases altas que habían estudiado en el extranjero o tenían acceso a cintas o CDs importados de Norteamérica. En esos primeros tiempos el Hip-Hop era oído principalmente en las discos de los grandes hoteles y en las playas de Dar-es-Salaam. Sólo más tarde llegó a los jóvenes menos privilegiados y en gran parte fue asimilado por ellos. Sucedió lo contrario del contexto en el que el Hip-Hop se originó en EEUU, ya que allí era la voz de la juventud marginal de las áreas más pobres y que a menudo también sufría la discriminación racial. Bongo Flava es el nombre con el que se conoce al Hip-Hop tanzano. El nombre proviene del vocablo kiswahili Ubongo, que significa cerebros. El término Bongo se lo utiliza como seudónimo de Dar-es-Salaam, así que el nombre se refiere al cerebro que uno supuestamente necesita para sobrevivir allí. El Bongo Flava se compone de melodías Hip-Hop, Afrobeat, Dancehall y ritmos árabes. Las letras se escriben en Swahili mezclado con palabras y frases en inglés y abordan temas que preocupan al continente africano y al mundo, como pobreza, ambición, éxito, dinero y experiencias personales como el amor, celos, belleza, soledad. También incorpora temas sociales como el Sida y las luchas comunitarias, muchas veces en forma educativa. El género tiene una popularidad inmensa reflejado en la salida de medios dedicados exclusivamente a la difusión de Bongo Flava. Sin embargo, a pesar de la popularidad y la cantidad de artistas famosos, la copia ilegal de discos está muy extendida y la mayor parte de los artistas son incapaces de vivir de las ventas y deben sustentarse con las presentaciones en vivo.
Se dice que Saleh Jabir fue el primer tanzano que comenzó a rapear en swahili al principio de los años 90. Él no escribía sus canciones sino que traducía la letra de raperos norteamericanos. La aparición de su disco Icelce Baby en swahili marcó una nueva etapa en el Hip-Hop de Tanzania. Su éxito fue limitado principalmente porque sus canciones carecían de un mensaje original. El primero en tener éxito con sus propios versos en swahili fue Mr II, quien dominó la escena del Hip-Hop tanzano de los años 90. En Tanzania el Rap era considerado al principio como uhuni (marginal), una situación que es retratada en un diálogo ficticio entre un Mzee (hombre mayor respetado) y un Machozi (artista joven), en la canción de Professor Jay “Jasho na damu”. Pero este calificativo no es exclusivo de los cantantes de Rap ya que en Tanzania los músicos son comúnmente considerados como wahumi, es decir, vagabundos, borrachos, drogadictos; aunque esa misma gente que los llama así disfrute de su música. Fuera de su hogar histórico en Tanzania, el Bongo Flava se ha vuelto muy popular en países vecinos como Kenia, que tiene una escena Hip-Hop relativamente mejor. La autoproclamada Mejor Radio de Internet de Bongo Flava, Bongo Radio, tiene su sede en Chicago, Illinois. Entre los mejores artistas se destacan Juma Nature, Professor Jay y Dully Sykes, quienes hicieron su presentación en el disco “Bongo Flava: Swahili Rap From Tanzania”. Otros artistas presentados en el mismo álbum incluyen a X-Plastaz, un grupo del norte de Tanzania quienes desarrollaron su propio subgénero conocido como Massai Hip-Hop. Aunque el Bongo Flava se ha convertido en éxito también en los EEUU, el sonido sigue siendo particularmente único, con su propia identidad y sus raíces bien africanas.
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